Nel 1956, dopo una lunga ricerca compiuta sotto la guida della Provvidenza, per capire il servizio da fare nel quartiere, si è deciso di iniziare con una scuola denominata ‘Rosa Mistica’, prima con una sola classe, che funzionava in un piccolo angolo della casa, poi, man mano che crescevano i gruppi, si sono aggiunte le altre classi, fino ad arrivare, nel 1964, al sesto grado. Con questo servizio si raggiungevano i bambini e ragazzi dai 4 ai 12 anni, offrendo loro una educazione umana e cristiana in un Paese totalmente laico. Nel 2004 la gestione è passata ad un gruppo di maestre che costituirono un Società di responsabilità limitata (SRL), e che hanno gestito la Scuola fino al 2018.

A partire dall’anno scolastico 2018/2019, la Congregazione ha assunto nuovamente la responsabilità gestionale e didattica della Scuola. Guidate e sorrette dalla Provvidenza che si è manifestata a noi in molteplici modi, abbiamo potuto riavviare l’attività, scrivendo una pagina importante nella storia di questa comunità, sperimentando la preziosa collaborazione di tante persone, avvicinando alcune famiglie a Dio attraverso la cura dei loro figli. Nel nostro donarci quotidiano ci ha illuminato questa parola di Gesù: “Sono venuto perché abbiano la vita, in abbondanza”.
Per tanti anni, le sorelle che appartenevano a questa comunità, hanno lavorato instancabilmente nella parrocchia con la catechesi, l’animazione dei laici e dei giovani.
Dal 1950 fino al 1970 la Casa è stata sede della Delegazione e successivamente della Provincia (1970-2003). É stata sempre una casa aperta all’accoglienza di ragazze in formazione ed anche sede del Noviziato
Attualmente la comunità è formata da 12 suore. Alcune sono anziane e qui vivono il loro dono quotidiano nella preghiera e nell’offerta; altre sono direttamente o indirettamente coinvolte nel servizio alla Scuola e nelle attività della parrocchia.

Es posible construir el arcoíris de la interculturalidad. 
Esta es la experiencia vivida entre nosotras, las 18 hermanas junioras de las Hermanas de la Providencia, desde el 1º de agosto al 1º de noviembre de 2015.
En este tiempo fuerte de los “tres meses”, hemos descendido a la bodega del alfarero y cada una ha escuchado en su corazón la Palabra dirigida a su persona. Compartida, esta palabra se ha vuelto nutrición, vida y luz para todas nosotras, manantial de unidad y de fraternidad.
Durante el camino, como el profeta Elías, nos hemos nutrido con lo que el Señor nos ha mandado a través de tantos de sus ángeles que han sido ya sea nuestras hermanas “más grandes”, como también los relatores externos.
Con ellos hemos profundizado argumentos que nos han tocado profundamente: la dimensión del silencio y de la vida interior; la espiritualidad de la iconografía bizantina; el carisma, la experiencia del Espíritu en Padre Luis; la vida fraterna en comunidad; el testimonio de vida y santidad de algunas de nuestras Madres; la Espiritualidad de la economía; la Providencia; educar a los jóvenes en el gozo del servicio; la dimensión esponsal de la vida consagrada; la vida de San Cayetano de Thiene y de San Felipe Neri; la espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús; la misión- solo el amor es creíble; los votos religiosos en una comunidad intercultural; la colaboración con los laicos.
El domingo en la solemnidad de todos los Santos, nuestro camino se ha terminado.

Dentro de cada una de nosotros quedará vivo el significado de la experiencia vivida juntas, que se vuelve un nuevo camino para vivir como p. Luis nos quiere: verdaderas esposas de Cristo, esposas-esclavas, humildes, abandonadas totalmente a Él. La experiencia que nos llevamos dentro ha sido también la de descubrir cada día más la belleza de los “rostros” de nuestra Familia Religiosa. Ahora podemos decir que es posible construir cada día la comunidad-comunión intercultural que es semejante a un “arcoíris”, porque el carisma y el amor de Cristo que ha llamado a cada una de nosotros por su nombre son nuestro vínculo.

Nuestro compromiso de continuar construyendo cada día la” cultura del arcoíris” donde sea que estemos, comunidad-comunión, nidos cálidos de amor, donde cada una es igual a las demás, no obstante manteniendo la diversidad.
Estamos seguras, que donde sea que iremos, nos sentiremos en casa, porque encontraremos junto a nosotras nuestras hermanas, hijas del P. Luis. Nuestra gratitud por todo lo que hemos recibido se vuelve oración para el futuro, pidiendo al Señor la gracia de custodiar en el corazón y encarnar en la vida el carisma.
¡Que no falte jamás el aceite del amor y de la fidelidad en nuestras lámparas!

Grazie! Merci!Thank you! Obrigada! Multumim!

Las hermanas del grupo “3 meses" 2015
Hna María, Hna Ester, Hna Paola, Hna María Goretti, Hna María Bambina y Hna Benedetta de Myanmar.
Hna Alka, Hna Sangita, Hna Shantih y Hna Vinita de India
Hna Juliana, Hna Vanere y Hna Eide Paula de Brasil
Hna Modesta, Hna Stephanie y Hna Prisca de Togo
Hna Mónica y Hna Adriana de Rumania
Hna Marinalda y Hna Lizy
       

2002. Contigua a la Casa Provincial, pero con sede autónoma, se eleva la nueva construcción de la casa de formación; entre 1987 y 2002 estaba dentro de la Casa Provincial.

La principal tarea de la comunidad de formación es el de preparar a las novicias y postulantes para la vida religiosa y para la misión, según el proyecto previsto para la formación inicial.

Las Hermanas colaboran en la catequesis en la parroquia y ayudan en las actividades de recuperación de los años escolares de las niñas y niños que presentan dificultades preparándolos para su inserción en las escuelas normales.